Durante décadas, millones de personas en América Latina han operado completamente fuera del sistema financiero tradicional. Desde vendedores ambulantes hasta agricultores rurales, muchos no han tenido acceso a cuentas bancarias, créditos, o formas seguras de ahorrar. Esta exclusión no solo limita las oportunidades de desarrollo económico, sino que perpetúa la desigualdad.
Hoy, una nueva tecnología emerge como un puente hacia la equidad: el blockchain. Esta innovación no es solo para quienes invierten en criptomonedas. Puede ser la llave para que comunidades enteras tengan acceso a servicios financieros básicos, de forma segura, económica y sin intermediarios.
¿Qué es inclusión financiera?
La inclusión financiera significa que todas las personas y empresas tienen acceso a productos y servicios financieros útiles y asequibles —como cuentas, pagos, crédito y seguros— que se prestan de manera responsable y sostenible.
En América Latina, más del 45% de los adultos no tienen una cuenta bancaria. Las razones son múltiples: falta de documentación, desconfianza en las instituciones, altos costos, barreras geográficas y burocracia.
¿Qué papel juega el blockchain?
El blockchain es una tecnología descentralizada que permite registrar transacciones sin necesidad de intermediarios. Su uso más conocido son las criptomonedas, pero sus aplicaciones van mucho más allá.
Ventajas para la inclusión financiera:
- Acceso sin bancos: cualquier persona con un celular puede recibir y enviar dinero usando stablecoins como USDC.
- Costos bajos: enviar fondos con blockchain es mucho más barato que con bancos o remesadoras.
- Transparencia y trazabilidad: todo queda registrado en la red, reduciendo corrupción y fraudes.
- Disponibilidad 24/7: no se depende de horarios bancarios ni feriados.
Casos de uso reales en América Latina
1. Remesas con blockchain: Migrantes envían dinero a sus familias sin pagar comisiones abusivas. Plataformas como Amero permiten convertir USDC en moneda local y retirarlo en efectivo con MoneyGram.
2. Microcréditos descentralizados: En países como Colombia y México, comunidades rurales acceden a créditos en criptomonedas sin pasar por bancos.
3. Pagos a agricultores y pequeños negocios: ONG y cooperativas están usando blockchain para transferir ayuda económica directa a productores.
4. Educación y ahorro digital: Iniciativas con wallets educativas permiten a jóvenes ahorrar en USDC sin cuentas bancarias.
El rol de Amero en este nuevo camino
Amero es una plataforma que facilita la transición del efectivo al mundo digital de forma simple y segura. Con Amero, los usuarios pueden:
- Recibir USDC desde el extranjero o cuentas virtuales en EE.UU.
- Cambiarlo por moneda local sin bancos.
- Retirar en efectivo en puntos de MoneyGram.
- Usar tarjetas virtuales para comprar online.
Además, Amero promueve la autocustodia, es decir, el control directo del usuario sobre sus fondos, sin necesidad de intermediarios.
Blockchain y desarrollo sostenible
La tecnología blockchain también puede apoyar varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):
- ODS 1 (Fin de la pobreza): Acceso a pagos, ahorro y crédito.
- ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico)**: Facilita el comercio digital y el emprendimiento.
- ODS 9 (Industria e innovación): Promueve nuevas infraestructuras financieras.
- ODS 10 (Reducción de desigualdades): Acerca servicios a poblaciones excluidas.
- ODS 17 (Alianzas para lograr objetivos): Promueve la colaboración entre gobiernos, fintechs y ONGs.
Desafíos por resolver
No todo es perfecto. Aún hay obstáculos
- Educación financiera digital: Muchas personas no comprenden cómo funciona blockchain.
- Acceso a internet o smartphones: En zonas rurales, la infraestructura es limitada.
- Regulación incierta: En algunos países, el uso de criptomonedas no está claramente regulado.
Por eso, el enfoque debe ser inclusivo, educativo y adaptado a las realidades locales.
Conclusión
El paso del efectivo al blockchain no es solo una evolución tecnológica: es una oportunidad para construir un sistema financiero más justo. América Latina tiene la oportunidad de liderar este cambio si logra integrar soluciones como Amero, educar a sus ciudadanos y construir puentes entre la innovación y las comunidades.
La inclusión financiera ya no depende solo de abrir una cuenta en un banco. Ahora también puede comenzar descargando una wallet y conectándote al mundo.
El futuro financiero de América Latina está en tus manos —y en la cadena de bloques.